Hola, Montse: a un amigo mío, que se fue un día solo al cine, y este estaba medio vacío, se le sentó justo al lado un menda, habiendo veinte asientos vacíos alrededor. Y al primer amago de roce con las rodillas, mi amigo, que era muy creyente, se levantó iracundo, como un profeta apocalíptico, y con cajas destempladas le espetó: ¡Evita la tentación y evitarás el Pecado, cenutrio! Y con cajas destempladas se fue. Lo que no me dijo el muy es que la peli que estaban viendo era "La insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona". En fin. Saludos blogueros
Hola, Montse: a un amigo mío, que se fue un día solo al cine, y este estaba medio vacío, se le sentó justo al lado un menda, habiendo veinte asientos vacíos alrededor. Y al primer amago de roce con las rodillas, mi amigo, que era muy creyente, se levantó iracundo, como un profeta apocalíptico, y con cajas destempladas le espetó: ¡Evita la tentación y evitarás el Pecado, cenutrio! Y con cajas destempladas se fue.
ResponderEliminarLo que no me dijo el muy es que la peli que estaban viendo era "La insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona". En fin.
Saludos blogueros
Que razón tenía la novia, eso si, vaya tela lo del amigo de mi tocayo,
ResponderEliminarn beso
Pobre muchacha, tener que esperar a que el cauto y "cortico" de su novio descifrase el mensaje.
ResponderEliminarSaludos para todos y un abrazo Montse.