Había una gitana gorda de mandil que vendía fruta en los mercadillos y que
conoció a un señor de mucho dinero que se enamoró de ella y la quitó de la
calle y la trataba como a una reina. Viajes, coches, casas, lujo y más
lujo.....
Un día, fueron a Marbella a pasar unos días, y asistieron a una fiesta de
gente de mucho postín y adineradas.
Estaba la gitana con dos señoras más charlando de los lujos y placeres de la
vida cuando dice una de ellas:
- El otro día, fui con mi marido a una exposición de coches y al pasar por
delante de la firma Mercedes vi el último modelo descapotable ¡que me
encanto!.- Y al día siguiente mi marido me lo regaló.
Dice la gitana: "maravilloso, maravilloso"
Dice la otra señora, pues yo fui con mi marido a una exposición de joyas y al
pasar por delante de un expositor, vi un collar de oro blanco con rubís y
esmeraldas, ¡que divino!.- Al día siguiente, mi marido me lo ha regalado
Dice la gitana: "maravilloso, maravilloso"
Y le preguntan a la gitana, Oye , o sea, tu marido no te regala nada?
y dice la gitana:
Si , mi marido me ha regalado un profesor de dicción.
Como? dicen las otras.
Si, yo antes decía "asandia" y ahora digo "sandia", antes decia "malacotones"
y ahora digo "melocotones"
y antes decía "me sua er coño" y ahora digo "maravilloso, maravilloso"
Muy buena la moraleja...mis felicitaciones. Saludos.
ResponderEliminarEs el mismo profesor de ZP
ResponderEliminarUn beso
Dicción tremenda palabra, un dia conseguire un profesor que imparta esa asignatura, sé que estareis pensado "maravilloso, maravilloso".
ResponderEliminarJajajaja si es que la gitana tiene un arte
ResponderEliminarBesos
¡Y ahora qué! Cuando una señora me diga ¡maravilloso, maravilloso!, ¿qué he de pensar?
ResponderEliminar¿O es lo mismo?
Besoss
JAJAAAJA!!!!!!!!
ResponderEliminarMiguel
Hala con la gitana. Un abrazo.
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