- Una vez yo llegué a casa y le dije a mi esposo: "¡Yo vengo muy cansada del trabajo y a partir de hoy no voy a volver a cocinar!...". El primer día no vi nada, el segundo día no vi nada, el tercer día lo vi cocinando y desde ese día es él quien se encarga de la comida.
¡Bravo!, ¡hurra!, gritaban y aplaudían las feministas...
Le toca el turno a la segunda feminista que cuenta su historia:
- Una vez yo llegué a casa y le dije a mi esposo: "Yo vengo muy cansada del trabajo y a partir de hoy no voy a volver a lavar la ropa!...". El primer día no vi nada, el segundo día no vi nada, el tercer día lo vi en la lavadora y desde ese día es él quien se encarga de lavar su ropa y la mía.
¡Bravo! , ¡hurra! , gritaban y aplaudían las feministas...
Le toca el turno a la tercera feminista que cuenta:
Muy bueno aunque un poco brutal Montse, no me gusta nada eso de que se pegue a las mujeres. Sino quiere hacer ninguno las labores del hogar que contraten a alguien y santas pascuas.
ResponderEliminarUn beso guapa,no consigo entrar en los blogs amigos desde el mio y no se porque, en fin hasta pronto Montse.
Brutal, como ponemos a parir a los hombres, el mío es mas manso y... ya empieza ver con uno de los ojos. Besos.
ResponderEliminarYo cocino, lavo, plancho y me manejo por la casa con un bastón...
ResponderEliminarBesosss
...y al cuarto día no va ver nada, porque se va a quedar sola. jajaja Muy buena entrada amiga!!
ResponderEliminarUn gran abrazo!!