Le encuentra vendado por todas partes, hecho polvo.
-¿Pero que te ha pasado?
El hombre con gran esfuerzo comienza a explicarse:
- Casí ná. ¿Recuerdas la expedición que hice en las islas remotas? Pues íbamos sobrevolando la selva cuando de repente empezó a fallar un motor, y el piloto nos avisó de que teníamos que aterrizar inmediatamente, entonces intentando aterrizar nos dimos cuenta que estábamos pasando justo por una zona de canibales.
Volábamos tan bajo que podíamos ver los carteles de las aldeas:
Guru-guru, caníbales; los lugombi, caníbales; los ori-ori, canibales; cuando de repente, vemos Vegitongi, caníbales vegetarianos!! y decidimos aterrizar allí...
El amigo responde aliviado:
-Menos mal que eran vegetarianos, así que las heridas son del aterrizaje, no?
-Que vá!! Eran vegetarianos, pero caníbales. Nos intentaron comer el coco, el nabo, los huevos, las yemas de los dedos, y las plantas de los pies!!
Ya no te puedes fiar ni de los vegetarianos, dónde vamos a parar????
ResponderEliminarUn saludo.
Escogidos eran los cnibales,era por el cuento del colesterol....
ResponderEliminarBesos
Y los mondongos para postre, por cierto los canibales adiestran a sus hijos enseñándoles a comerse las uñas.
ResponderEliminarUn beso