Una monja nueva va a su primera confesión.
Ella le dice al sacerdote que tiene un terrible secreto. El sacerdote le dice que su secreto está a salvo en la santidad de la confesión.
Ella dice:
-"Padre, yo nunca uso ropa interior bajo mi hábito."
El sacerdote se ríe y dice:
-"Eso no es tan grave, hermana Bernadette. Diga cinco Ave Marías, cinco Padrenuestros, y haga cinco volteretas de carro en su camino al altar."
cabr...m el cura, jejejejejeje
ResponderEliminar... Y el pino frente al confesionario
ResponderEliminarSiempre dije que, para un buen confesor, es más importante la vista que el oído.
ResponderEliminarSaludos.
...y el cura llamó a sus colegas!!!
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