Estaba la familia reunida ante el féretro del padre, recién fallecido.
El hijo menor dice:
- Ahora tendremos que hacer realidad la ultima voluntad de papá: ser enterrado con un millón de pesetas en el ataúd.
El hijo mediano añade:
- Si, bueno... pero en realidad sólo pondremos 750.000 pesetas, porque hay que descontar el 25% de IRPF.
El hijo mayor apostilla:
- También tendremos que deducir el 16% de IVA...
La viuda tercia en la conversación de forma resolutiva.
- ¡Basta ya! Vuestro padre no merece estos regateos. Se le enterrará con la tarjeta de crédito... y que él gaste cuanto quiera.
Buena solucion como que el el mas alla necesite dinero para tomar algo
ResponderEliminarAsí todos quedaron contentos jajaja
ResponderEliminarJo que pena . somos miserables hasta el final ,jajaa
ResponderEliminarEsa es la realidad de hoy en dia..
ResponderEliminarla pasta por encima de todo
desgraciadamente...
saludos
¡Hola Montse!
ResponderEliminarCosas de la vida, o mejor dicho de la muerte.
Saludos de J.M. Ojeda.
Muy bueno,
ResponderEliminarel muerto al hoyo y el vivo al bollo.
Hasta el final valemos solo lo que tenemos...este seguro que fue el más rico del cementerio. Lo bueno es disfrutarlo en vida.
ResponderEliminarMuchos besotes a todos